Páginas

Visitas

lunes, 29 de abril de 2013

Calmando a mi cachorro


A quien no le ha pasado alguna vez con su hij@, estar en el salón de casa viendo una peli o leyendo un libro y no poder concentrarte porque el cachorrito no para de hacerte preguntas, de ver sus juguetes volar a medio centímetro de tu cabeza o continuos gritos y llantos entrando por tus oídos llegando a la desesperación.

Pues ahí es donde entra la imaginación del padre o de la madre. Yo en mi caso utilizo una fórmula que rara vez me falla. En estos tiempos de tecnología avanzada que vivimos, todos tenemos un portátil, smartphone o una tablet en el mueble o la mesa del salón.

Entonces aquí es donde entra nuestra imaginación para atraerlos y tranquilizarlos, mi método es muy sencillo, cojo mi tablet le doy volumen y me pongo con cara de interesado a ver algún video musical o ilustrativo sin hacerle caso al niño y ahí es donde encuentro la primera conexión con él, sin prestarle atención nada más que a lo que estoy viendo. Una vez que él se da cuenta de mi concentración y cara de felicidad ante el aparatito, es cuando viene a mi lado e intenta integrarse conmigo para ver qué me llama tanto la atención.

Una vez que he captado su atención y lo tengo a mi lado, es cuando empiezo a interactuar con él y hacerle partícipe de mi juego. En mi caso soy músico y me gusta mucho escuchar música, ver vídeos musicales o cualquier documento gráfico relacionado con la música, por lo tanto intento trasladar a mi hijo de una manera sencilla lo que estoy viendo e involucrarle.

Pues os puedo decir que me funciona. Al final acabamos los dos enganchados a los vídeos musicales y en su mayoría acabamos los dos bailando por el salón y lo mejor de todo es que no sólo se divierte él, yo también disfruto viéndolo y compartiendo estas sensaciones con él.

Sé que no es nada nuevo lo que aquí expongo, pero no solo vale ponerle algo en tu aparato y olvidarte, porque puede ser que a los dos minutos siga igual que estaba, hay que elegir música o vídeos apropiados y sobre todo hacerle partícipe constantemente, explicándole en la medida de lo posible lo que ve y escucha, de esa manera cada vez que esté alterado, es una buena alternativa para volver a distraerlo con este tipo de actividades, ya que si lo pasó bien anteriormente, lo tendrá grabado y le hará ilusión volver a repetirlo.

No utilizo esta fórmula para que el niño se entretenga solo, sino para divertirnos en conjunto y que vuelva a la calma, para así volver a tener paz en tu casa, sobre todo cuando el tiempo en la calle no es favorable y no queda más remedio que quedarse encerrado.

Por último decir, que sobre todo a la hora de las comidas o cenas, hay veces que no hay manera de que abra la boca y aquí es donde vuelvo a realizar esta actividad compartida. Y de esa manera él se distrae y sin darse cuenta, empieza a ingerir su comida al mismo tiempo que se divierte.

Desde Osimusi os deseamos paciencia y buenas prácticas. ¡ Creciendo con ritmo !

Espero que comentéis también vuestras experiencias como padres e intentar saber vuestros trucos para calmar a las pequeñas fieras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario